Retomamos la vida social fuera del hogar y recuperamos la normalidad en los hábitos de consumo de alimentos

Según el “Informe del consumo alimentario en España 2021″ en 2021 el gasto total en alimentación ascendió a 102.552 millones de euros, un 0,5 % superior al de 2020, pero inferior en un 2,8 % respecto a 2019

Con la presentación del “Informe del consumo alimentario en España 2021”, que el ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, realizó a finales de julio, se confirma que ya hemos retomado los hábitos anteriores a la pandemia de la COVID-19, que el consumo en el hogar baja respecto al año anterior y que existe una progresiva recuperación del consumo fuera de casa, aunque todavía sin alcanzar los niveles de 2019. Según Planas, además, los datos del informe “muestran una orientación muy clara a consumir menos, pero de una manera más saludable, de mayor calidad”.

Durante 2021 el gasto total en alimentación ascendió a 102.552 millones de euros, un 0,5% superior al de 2020, pero inferior en un 2,8% respecto a 2019. Mientras, el volumen total consumido fue de 32.774 millones de kilos/litros, con descensos del 5,7% y del 1,6% en relación a 2020 y 2019, respectivamente. El 72,7% del gasto total y el 90,3% del volumen total, correspondieron a consumo doméstico.

Así, el año pasado, cada español consumió de media 731,89 kg/l, 42 kg/l menos que en 2020, pero también 26,30 kg/l menos que en 2019, motivado en parte por ese consumo fuera de casa, que aún es menor que entonces.

Por su parte, el gasto per cápita fue de 2.425 euros, un 1,8% más que en 2020, lo que supone 41,78 euros más por persona y año, debido a un gasto menor para el consumo hogareño, compensado con el mayor desembolso fuera del hogar (147,74 euros más).

En el hogar
El gasto realizado por los españoles para el abastecimiento en el hogar ascendió en 2021 a 74.543 millones de euros, con un descenso del 6,1% respecto a 2020 y un crecimiento del 7,3% en relación a 2019. El volumen se redujo hasta los 29.586 millones de kilos/litros, un 7,2% menos que en 2020.

El año pasado, los productos frescos representan la parte más importante del consumo doméstico, con un 38,8% del volumen y un 42,3% del valor. Los productos de mayor volumen en la cesta de la compra son los lácteos, frutas y hortalizas frescas, que suman el 40,6% del total de compras.

Mientras, carnes y pescados suponen el 33% del presupuesto destinado a alimentación, aunque en volumen solo representan el 10,6% de los kilos consumidos.
En el hogar, el consumo per cápita en 2021 fue de 639 kilos/litros y el gasto de 1.610 euros. Con carácter general, las regiones del norte de España, Murcia y Baleares registran consumos y gastos per cápita superiores a la media.

Respecto a los canales de abastecimiento, el supermercado sigue siendo el lugar preferido por los españoles para realizar sus compras, con casi la mitad del volumen total de ventas, cifras que no varían mucho respecto del año anterior. En este ámbito, las tiendas tradicionales han visto disminuir su cuota de mercado, tras el impulso generado en 2020 gracias a su papel destacado durante la pandemia como comercio de cercanía. También destaca la continuidad en la senda de crecimiento de las compras por Internet, que logran una cuota del 2,4% sobre el total de la alimentación.

Fuera del hogar
El gasto realizado por los españoles en alimentación y bebidas fuera del hogar ascendió en 2021 a 28.008 millones de euros, un 23,2% superior al del año anterior,
pero un 22,1% inferior al valor alcanzado durante 2019. En volumen, el consumo equivale a 3.187 millones de kg/l, repartidos en 11.773 millones de consumiciones, con un incremento del 10,4% sobre el año anterior, pero lejos del consumo prepandemia (-31,2% respecto a 2019).

Fuera del hogar, los ciudadanos han consumido mayor volumen de bebidas (67,7%) que de alimentos (32,3%). No obstante, durante el año 2021 aumentó más el consumo de alimentos que de bebidas con respecto al año anterior (+13% y -7,2%, respectivamente). La vuelta a la normalidad ha ocasionado que los españoles
hagan más completas sus consumiciones fuera del hogar. En valor, un 63,9% del consumo corresponde a los alimentos y un 36,1% a las bebidas.

El consumo medio per cápita en 2021 fue de 92,75 kg/l, 7,99 kilos más que en 2020, aunque todavía suponen 43,86 kilos menos con respecto a 2019. Mientras, el
gasto per cápita fue de 814,97 euros, un 22,1% más que el año anterior, e inferior al de 2019 (1.060 euros por persona).

Luis Planas señaló también que, en 2021, se intensificó el consumo en los establecimientos, aunque se está consolidando la venta a domicilio de alimentos: “tras la
experiencia adquirida durante el confinamiento, bares y restaurantes se tuvieron que reinventar para entregar a domicilio sus productos y esa tendencia ha llegado para quedarse”.

Por canales de compra, bares, cafeterías y cervecerías concentran el 42,8% del volumen consumido fuera de casa, seguidos de restaurantes (28,7%). También aumentan las compras en hoteles y servicios de empresa, síntoma de la recuperación de los hábitos sociales.

Usos, hábitos y tendencias
El informe señala que, tras el boom experimentado por la cocina casera durante la pandemia, en 2021 los ciudadanos han dedicado menos tiempo a cocinar, tanto
entre semana como el fin de semana, debido en gran medida a la recuperación del consumo extra-doméstico y una mayor presencia en los centros de trabajo.
Cada vez son más numerosas las opciones de preparación menos elaboradas, como el plato único, que alcanza un 60,8% de las ocasiones de consumo. Además,
los métodos de cocinado rápidos y saludables siguen siendo los preferidos: plancha, sin cocinar/frío o los hervidos, en detrimento de los platos guisados, al horno o fritos.

La despensa de 2022
Por otra parte, el ministro ha explicado que, debido al impacto que la actual coyuntura de incremento de los precios o el conflicto de Ucrania están teniendo en la compra de alimentos, el ministerio está realizando un seguimiento pormenorizado de la situación.
Así, entre finales de febrero y principios de marzo se ha detectado un aumento de compras de acopio, ante el temor a una posible falta de suministro.
Las variaciones más altas se han producido en compras de alimentos fáciles de almacenar y conservar, como aceite de oliva y girasol (59,6% y 45,2%, respectivamente), y también de productos básicos como harinas, sémolas, pasta y arroz.

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