Menos poder adquisitivo en los hogares españoles

Los hogares con dificultades para ahorrar pasan del 60% en 2020 al 73% en 2022. Y lo que es peor, las familias con graves dificultades para llegar a final de mes pasan del 6% en 2020 al 11% en 2022

La elevada inflación de los dos últimos años no ha hecho sino aumentar los daños derivados de la pandemia sobre las economías domésticas. Así lo indica una encuesta de la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) a 4.122 residentes en España de entre 25 y 79 años con el fin de valorar la solvencia financiera de los hogares, o lo que es lo mismo, su capacidad para afrontar los gastos domésticos en vivienda, movilidad, alimentación, salud, educación y ocio.

Los datos, publicados en la revista OCU Compra Maestra de abril, reflejan que el 73% de los hogares tuvo dificultades para ahorrar dinero durante el año pasado, frente al 66% en 2021 y el 60% en 2020. Y lo que es peor, el porcentaje de familias con graves dificultades para llegar a final de mes pasa del 6% en 2020 al 11% en 2022; es decir, casi se doblan.

Además, las previsiones para el presente año 2023 por parte de las familias españolas son poco halagüeñas: el 42% de las familias cree que serán incluso peor que 2022, otro 42% piensa que será más o menos similar y apenas un 16% cree que las cosas mejorarán. La previsión fija el índice en un 43,5, pero esto es aún una estimación.

Pero las dificultades económicas no han afectado por igual a todas las regiones. Los resultados más preocupantes se concentran en cinco comunidades autónomas: Andalucía (81% de los hogares tiene dificultades para ahorrar), Canarias (80%), Galicia (78%), Baleares (78%) y Castilla-La Mancha (75%). De hecho, el índice de solvencia familiar elaborado por OCU, que mide la capacidad de las familias para afrontar los gastos del hogar (vivienda, salud, movilidad…) ponderados según su relevancia sobre el conjunto de su economía doméstica, ha descendido en todas las Comunidades Autónomas, salvo País Vasco, Región de Murcia, Asturias y Canaria.

La encuesta también apunta partidas de ciertos gastos relevantes que resultan especialmente difíciles de afrontar. Les sucede a un 53% de los encuestados cuando se les pregunta por el pago de los suministros de electricidad, gas y agua. También a la hora de adquirir alimentos frescos, como la carne y el pescado (al 48% de las familias le resulta difícil o muy difícil afrontar este gasto), las frutas y verduras (42%) o alimentos básicos como el pan, la pasta, el arroz, el aceite y los lácteos (40%). Además de afectar a otro gasto vital para la salud, como es visitar al dentista (49%).

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