Un nuevo estudio de Harvard muestra una conexión entre el consumo de nueces y la esperanza de vida

El consumo regular de nueces podría estar asociado a una mayor longevidad, así como un menor riesgo de muerte por enfermedades cardiovasculares

Según un estudio realizado por investigadores de Harvard T.H. Chan, un mayor consumo de nueces, tanto en términos de cantidad como de frecuencia, puede estar asociado con un menor riesgo de muerte y un aumento en la esperanza de vida entre los adultos mayores, en comparación con aquellos que no consumen nueces.

“Lo que hemos aprendido de este estudio es que incluso unos pocos puñados de nueces por semana pueden ayudar a promover la longevidad, especialmente entre aquellos cuya calidad de dieta no es excelente para empezar. Es un consejo práctico que puede ser factible para varias personas que buscan mejorar su salud, lo cual es una prioridad para muchos”, afirma Yanping Li, científico investigador senior del Departamento de Nutrición de Harvard T.H. Chan School of Public Health e investigador principal de esta investigación.

Este estudio, publicado en la revista Nutrients, encontró que cinco o más porciones de nueces por semana (una porción de 28 gramos o una onza) podrían proporcionar el mayor beneficio para el riesgo de mortalidad y la esperanza de vida. Comer cinco o más porciones por semana se asoció con un 14% menos de riesgo de muerte (por cualquier causa), un 25% menos de riesgo de morir por enfermedades cardiovasculares y un aumento de aproximadamente 1,3 años de esperanza de vida, en comparación con los que no consumieron nueces. Consumir nueces de dos a cuatro veces por semana también podría tener sus beneficios, ya que el estudio encontró un 13% menos de riesgo de muerte en general, un 14% menos de riesgo de muerte por enfermedades cardiovasculares y una ganancia en aproximadamente un año de vida, en comparación con los que no consumen nueces.

Curiosamente, incluso entre las personas con una dieta subóptima, según lo medido por un índice validado basado en alimentos y nutrientes que predicen el riesgo de enfermedades crónicas, tan solo un aumento de media porción por día en el consumo de nueces se asoció con beneficios, incluido un 12% menos de riesgo de muerte y un 26% menos de riesgo de muerte por enfermedades cardiovasculares, específicamente.

Para este estudio, los investigadores examinaron datos de 67.014 mujeres del Nurses’ Health Study con una edad promedio de 63,6 años y 26.326 hombres del Health Professionals Follow-up Study de 63,3 años en 1986 (el primer ciclo recopiló datos sobre el consumo de nueces en ambos cohortes). Los participantes estaban relativamente sanos cuando se unieron a los estudios (ej. libres de cáncer, enfermedades cardíacas y accidentes cerebrovasculares) y se les dio seguimiento durante aproximadamente 20 años (1998-2018). La ingesta dietética se evaluó cada 4 años en los que los participantes informaron sobre su ingesta dietética general, incluida la frecuencia con la que consumían nueces, otros frutos secos y cacahuetes, así como factores de estilo de vida como el ejercicio y el tabaquismo. Con base en estos datos, los investigadores pudieron identificar asociaciones entre el consumo de nueces en diferentes niveles y diferentes indicadores de salud relacionados con la longevidad.

Como estudio observacional prospectivo, estos resultados no prueban causa y efecto, pero arrojan luz sobre cómo las nueces podrían apoyar un estilo de vida saludable en general que promueve la longevidad. Los participantes que consumieron mayores cantidades de nueces tendieron a ser más activos físicamente, tener una dieta más saludable, consumir menos alcohol y tomar multivitamínicos. Todos estos factores podrían influir en la esperanza de vida; sin embargo, los investigadores ajustaron estos aspectos en su análisis. Además, es importante tener en cuenta que estos datos se recopilaron antes de la pandemia actual de COVID-19.

Una onza (28 gramos) de nueces es una fuente de nutrientes importantes para una salud óptima, que incluye proteínas (4 g), fibra (2 g), una buena fuente de magnesio (45 mg) y una excelente fuente de omega-3 AAL esencial (2,5 g).

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