Un estudio revela que el cava se mantiene fuerte en un contexto de desafíos y oportunidades

La unidad de Reputación de la consultora de branding y diseño estratégico Morillas, con más de 60 años de experiencia y sede en Barcelona, ha presentado el primer estudio exhaustivo sobre la evolución actual del cava. La investigación sobre la reputación de la marca se ha basado en una encuesta realizada a 400 consumidores de toda España, con especial atención a sus preferencias por las bebidas espumosas. El objetivo principal de esta investigación ha sido comprender mejor las percepciones sobre el cava, tanto en Cataluña como en otras regiones, e identificar las tendencias que están moldeando el sector. Los resultados han mostrado una mejora considerable en la percepción del cava como una opción de calidad, consolidándolo como un líder dentro del mundo de los espumosos, en un contexto de profundas transformaciones en el ecosistema vinícola. Además, el estudio ha evidenciado que el cava, en un mercado cada vez más diverso, sigue manteniendo una posición sólida gracias a su capacidad de adaptarse a las nuevas demandas y tendencias emergentes, aunque todavía existe margen de mejora.
El informe también ha destacado varios desafíos que la industria deberá afrontar en los próximos años. Uno de los principales retos identificados es aprovechar el auge del vino blanco entre los consumidores. Además, los cambios en los hábitos de consumo y las nuevas preferencias en torno a las bebidas espumosas señalan la necesidad de adaptarse a un mercado cada vez más diversificado y exigente. Joaquim Tosas, presidente de AECAVA, subraya que “la clave del futuro del cava es nuestra capacidad de innovar sin perder la esencia que nos hace únicos. Debemos saber evolucionar para seguir conectando con un público que busca nuevos valores, sin olvidar la calidad y la autenticidad que nos definen desde nuestros orígenes”. Asimismo, el cava deberá garantizar un relevo generacional efectivo, incorporando nuevas ideas e innovaciones sin perder las raíces que han caracterizado su calidad a lo largo de los años.
Otro aspecto relevante del estudio es que, a pesar de la amplia oferta de marcas en el mercado, con diferentes categorías y niveles de precios, la imagen general del cava como un producto de alta calidad no se ha visto afectada. El consumidor es consciente de la existencia de distintas opciones según sus preferencias personales. Esto refuerza la necesidad de intensificar los esfuerzos para comunicar los valores del cava de manera más efectiva y diferenciarlo en un mercado cada vez más saturado y con una oferta más amplia. Joaquim Tosas añade que “debemos seguir construyendo nuestra imagen como un producto que combina tradición e innovación, para que los consumidores continúen viendo el cava como una opción premium que ofrece un valor añadido frente a otras alternativas del mercado”.
El estudio también subraya que el futuro del cava dependerá en gran parte de la capacidad de la industria para equilibrar tradición e innovación. Los datos muestran que dos tercios de los consumidores encuestados están a favor de una evolución del cava, siempre que esta no comprometa los valores y la esencia que han definido este producto durante años. Esta predisposición a la adaptación abre nuevas oportunidades para integrar las últimas tendencias de consumo, desde la preferencia por la autenticidad hasta la búsqueda de experiencias innovadoras. El desafío será que el cava logre conectar con una nueva generación de consumidores que buscan productos novedosos sin renunciar a la calidad y el prestigio que siempre lo han distinguido. Por ello, el cava debe seguir apostando por una estrategia de mejora constante, incorporando las innovaciones más relevantes del mercado sin perder su identidad inconfundible.
Finalmente, el informe presenta varias recomendaciones estratégicas para consolidar la posición del cava en un contexto cada vez más competitivo y globalizado. Una de las sugerencias más destacadas es la importancia de capitalizar la revalorización de otros vinos, aprovechando el momento actual para crear un relato claro y coherente alineado con las tendencias del mercado. Esta historia debería reflejar no solo la calidad del cava, sino también su valor cultural y la tradición que representa. Así, se propone construir una narrativa más cohesionada para transmitir la riqueza y diversidad del cava, evitando que se perciba como una competencia interna dentro de la misma industria, sino como una propuesta conjunta que enriquece la oferta global. Estas acciones serán esenciales para garantizar que el cava mantenga su posición como un producto de referencia a nivel mundial y, al mismo tiempo, siga creciendo de manera sostenible en los próximos años.