Monte Real estrena su primer rosado Premium

Después de más de 130 años tras su fundación, Bodegas Riojanas lanza Monte Real Rosé, el primer vino rosado Premium de la marca inaugurada en 1933. El nuevo rosado nace debido a la creciente demanda del mercado de vinos rosados frescos pero complejos de calidad superior englobados en el segmento Premium.

Fieles a su filosofía con la elaboración de vinos de terruño, los Monte Real son capaces de dar respuesta a las demandas de los amantes de los vinos de guarda con décadas de vida, algo en lo que ya son un referente mundial. Además, el viñedo les proporciona la capacidad añadida para innovar, como en este primer rosado en el que pasado y futuro se unen para ofrecer una nueva perspectiva de los vinos Monte Real.

Bodegas Riojanas cuenta con auténticas joyas centenarias entre sus más de 1.700 viñedos controlados. Con Monte Real Rosé el objetivo es idéntico al resto de la gama, es decir, interpretar en la copa la personalidad de la parcela elegida con la máxima fidelidad.

El pequeño viñedo El Hierro de garnacha seleccionado para conseguirlo se plantó en 1901 en Uruñuela (Rioja Alta) a 500 metros de altitud, donde esta variedad se expresa con un perfil particularmente fresco. Las cepas de más de 120 años tienen la capacidad de conferir la potencia, mineralidad y concentración a las pequeñas bayas, pero con una elaboración suave, también pueden reflejar la delicadeza de un terruño como el de este pequeño viñedo de garnacha centenaria.

Por esta razón, los enólogos de la bodega eran conscientes de que debían escoger cuidadosamente el lugar idóneo para fermentar el bajo rendimiento de estas cepas. Dado que se trata de un viñedo extraordinario para Bodegas Riojanas, optaron por un depósito de INOX de 3.000 litros situado en la nueva zona de la bodega llamada La Galería. Se trata de un espacio inaugurado el pasado otoño de 2023 para dedicarlo en exclusiva a la interpretación más virgen, pura e inalterada de viñedos singulares y especiales como el dedicado a Monte Real Rosé.

Tras un breve tiempo de contacto con sus pieles, las uvas permanecieron en sus finas lías durante cuatro meses en el mismo depósito para lograr un carácter más complejo y con ligeros matices aromáticos, así como aumentar la estructura en boca.

Al final del proceso, Monte Real Rosé habla por sí solo. Su color rosa claro y brillante es un sugerente adelanto de lo que viene después, aromas de flores y fruta fresca tan típica de la garnacha de esta región. Las notas complejas del trabajo sobre lías, dulces y envolventes, complementan la frescura de un rosado de apenas 12º de alcohol ligero y delicado. En boca se nota la tensión de la acidez, equilibrada por el aporte de las lías.

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