La alimentación azul es el futuro
La acuicultura ofrece un enorme potencial a la hora de asegurar la alimentación de la población mundial, ya que mientras los océanos representan cerca del 50% de la nueva biomasa animal y vegetal que se crea anualmente en el planeta, los alimentos procedentes de los océanos solo alcanzan el 2% del consumo diario por persona y el 15% de proteínas a escala mundial, según el Mecanismo de Asesoramiento Científico de la Comisión Europea (SAM). Por lo tanto, el crecimiento azul es ya una realidad que ha reconocido la propia FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura) que calcula que para el año 2030 la producción global será de 204,4 millones de toneladas de productos acuáticos, de los cuales 108,5 (el 53%) provendrá de la acuicultura.
La acuicultura española tiene una enorme proyección de futuro; ya que este sistema de cultivo cada vez es más sostenible porque aprovecha eficientemente los recursos naturales, al mismo tiem-po que proporciona la mejor proteína animal para la nutrición humana. En cuanto a la protección del medioambiente, es im-portante resaltar que este método de cultivo tiene una menor huella de carbono que la mayoría de las especies terrestres; por ejemplo, la lubina cultivada produce 2,4 kg de CO2, mientras que la producción de 1 kg de vacuno genera 15 veces más (36 kg de CO2). Pero no únicamente tiene beneficios medioambientales, también económicos. España es el país líder de la UE en volumen de producción (327.309 toneladas) y ocupa el segundo lugar en valor (629 millones de euros); lo que significa que es un sector estratégico para el crecimiento del país.
Además, la acuicultura española genera grandes beneficios para el desarrollo económico de las zonas rurales de la España Vaciada, lo que repercute directa y positivamente en la calidad de vida de sus habitantes. Entre las muchas ventajas que tiene el consumo de productos de la acuicultura, está esa cercanía con los pro-ductores locales, puesto que los pescados y algas de acuicultura se cultivan muy cerca de todos nosotros, de manera que en me-nos de 24 horas llegan del mar o del río a nuestra mesa.
