Erlenbacher presenta su nueva plancha de Tarta Multifruta
Las nuevas planchas de Tarta Multifruta de Erlenbacher están cubiertas por seis diferentes clases de fruta, colocadas a mano
Fruta y nata: Esta combinación es muy popular entre los clientes desde hace mucho tiempo. Erlenbacher ahora pone esta mezcla celestial también en la carta de tartas. En la Tarta Multifruta, frutas seleccionadas a mano, una fina crema de queso-nata y un bizcocho se unen en un encuentro veraniego.
Mucho amor por el detalle
La Tarta Multifruta de Erlenbacher está llena de fruta fresca. Seis tipos diferentes de fruta, cuidadosamente dispuestos a mano, adornan esta tarta. La colorida mezcla de filetes de melocotón y mandarina, trozos de piña, mitades de fresa, arándanos y grosellas rojas
garantiza un sabor frutal incomparablemente variado. Debajo hay dos bases esponjosas de bizcocho y una ligera capa de nata con el mejor queso crema. Y lo mejor: la nueva creación de tarta prescinde completamente de aceite de palma.
Todoterreno afrutado
La Tarta Multifruta es un auténtico todoterreno. Ya sea al natural o decorada individualmente, siempre queda bien. Y lo más ingenioso: los restauradores también pueden cortar las piezas en cubos o triángulos. El tamaño de la porción, de unos 150 gramos, y la forma rectangular lo hacen muy fácil. En un santiamén, las porciones se convierten en el centro de atención de la vitrina de tartas.
El verano en la boca
Esta creación de tarta afrutada lleva el sabor del verano a los cafés, restaurantes y pastelerías. Si quieres sorprender a tus clientes con una sensación veraniega especial, adorna la Tarta Multifruta con diferentes acabados y guarniciones, como una cremosa bola de helado de vainilla.
Como todos los productos de Erlenbacher, la nueva Tarta Multifruta se elabora sin aditivos que requieran declaración y prescinde completamente de aromas artificiales, colorantes, conservantes y ácidos grasos trans. En las tartas, pasteles y postres solo se utilizan ingredientes de alta calidad y aromas naturales: esta es la pretensión de pureza de Erlenbacher.