El renacer de Burdon Gin
Casi dos décadas después de su desaparición, renace la legendaria Burdon Gin, una de las ginebras más conocidas y exitosas en la década de los 60’s y 70´s en España.
Burdon es una marca creada en el año 1821 que toma el nombre de su fundador, John William Burdon, un caballero inglés que se estableció en El
Puerto de Santa María (Cádiz) para exportar vinos a su tierra natal. La marca llegó a ser mundialmente conocida, hasta el punto de convertirse en la primera en volumen de exportación de vinos de Jerez en 1854. Su éxito y
prestigio fue tal que el rey Alfonso XIII le concedió el rango de Proveedor de la Casa Real.
A finales del siglo XIX John William Burdon vuelve a Inglaterra y en 1932 el
Grupo Luis Caballero adquiere sus bodegas. Dos décadas después, en los
años 50´s, Caballero introduce los primeros spirits blancos bajo la marca
Burdon (vodka, ron y ginebra) en un momento en el que todas las grandes
bodegas del marco de Jerez tenían marcas propias de spirits.
De entre todos los espirituosos Burdon, la ginebra fue la de mayor éxito
comercial y la que más tiempo permaneció en el mercado, hasta el cambio
de milenio. Durante sus años de mayor apogeo, en los años 60´s y 70´s, se
desarrollaron multitud de campañas publicitarias y de promoción, contando incluso con visibilidad destacada de su botella en la mítica producción cinematográfica de “El bueno, el feo y el malo” con Clint Eastwood.
Hoy, Burdon renace con su clásica y renovada Burdon Original Dry Gin, una ginebra seca y cítrica. Además, Burdon innova con el lanzamiento de dos nuevos sabores: Burdon Gin Cerezas, dulce y afrutada, con un marcado
sabor a cerezas y Burdon Gin Hierbabuena, refrescante y con un delicado
sabor a hierbabuena. Todas ellas se elaboran, como antaño, en El Puerto de
Santa María, con el saber hacer de Caballero, una de las empresas españolas líderes en el sector de elaboración de licores.
Las ginebras Burdon llegan de nuevo al mercado con unos productos de
gran calidad “Made in Spain” y a un precio razonable, para revindicar el
placer de tomar un Gin Tonic sin pretensiones y por el mero hecho del
disfrute de este trago clásico que tantos adeptos ha ganado en España en
los últimos tiempos.