El consumidor postpandemia es más organizado, previsor, racional y concienciado con lo saludable
Desde el inicio del estado de alarma ha aumentado la valoración positiva de los consumidores respecto a la cadena agroalimentaria
La pandemia ha modificado los hábitos de compra y consumo de la población. Así nos lo indicaban los resultados de la encuesta realizada el año pasado, tras el confinamiento, y que ahora se corroboran con los que se desprenden de la nueva Encuesta Sobre Hábitos de Consumo COVID-19 de la Mesa de Participación Asociaciones de Consumidores (MPAC) en la que han participado más de medio millar de usuarios que han ofrecido su percepción social y personal de este periodo excepcional.
Según los datos obtenidos, y tras 14 meses desde del inicio de esta situación, el 23% de los encuestados planifica más sus compras que hace un año, el 11% ha aumentado el almacenamiento, uno de cada cuatro consume más productos frescos y el 53% afirma consumir ahora más alimentos saludables que antes.
A la luz de los datos obtenidos, la mayoría de los consumidores valora muy positivamente el esfuerzo de todos los actores de la cadena agroalimentaria (productores primarios, industria y distribución). Un 60% cree que el esfuerzo de los productores en este periodo ha sido máximo y les otorgan en total un 5,40 sobre 6. Los distribuidores obtienen un 5,03, seguidos de la hostelería y la distribución, que se quedan con un 5 sobre 6. El papel de las Administraciones Públicas es el menos valorado y obtiene un aprobado raspado (3,4 sobre 6), aunque un 14,05% de los encuestados cree que no se han esforzado nada por mejorar o paliar esta anómala situación.
Aumenta el consumo de productos frescos
Los productos frescos y los de limpieza son los que más han crecido en la cesta de la compra en este año de pandemia. Casi un 37% y un 20%, respectivamente, han ocupado un mayor volumen en las cestas de los compradores. En sentido contrario, ha disminuido, respecto al año anterior, el consumo de bebidas alcohólicas y dulces/repostería en un 4%. Les siguen los aperitivos y snacks (8%), cuyo consumo ha disminuido un 2%, y los productos congelados, con un 7%. De los resultados de la encuesta se extrae también que la inmensa mayoría de la población, el 73%, ha mantenido sus hábitos de reciclado y que un 25% afirma haberlos mejorado.
Asimismo, la gran mayoría de las personas encuestadas, el 72%, ha mantenido hábitos saludables porque ya los tenían asimilados antes del estado de alarma sanitaria. De este porcentaje, el 18% trata de informarse y comer sano siguiendo las recomendaciones tanto de expertos como de las distintas administraciones versadas en la materia y un 7% reconoce haberse “relajado” para combatir el estrés y la ansiedad provocados por la situación. Por otro lado, el 53% afirma haber aumentado su interés por comprar alimentos para una dieta más saludable. A pesar de todos los cambios mencionados, introducidos por el COVID-19, el 69% de los encuestados asegura no haber modificado en nada sus hábitos alimenticios.
Se refuerza la fidelidad a los establecimientos habituales
De acuerdo con dicho estudio, los consumidores han reforzado la fidelidad a los establecimientos habituales, ya que el 76%, es decir, 3 de cada 4, afirman comprar donde lo hacía antes de la pandemia y 13 puntos más de los que lo hacían al comenzar el confinamiento hace un año, lo que indica que el consumidor está regresando a su lugar habitual de compra. De hecho, el 95% de los encuestados dice sentirse seguro en su lugar habitual de compra. Así, el 85% de los participantes asegura haber adquirido sus productos y alimentos de forma presencial y el 12% lo ha hecho online. Además, un 23% dice haber comenzado a usar las nuevas tecnologías, aunque por el momento no sean su prioridad.
Algunos hábitos adquiridos durante la pandemia permanecerán y otros poco a poco volverán al estado anterior a esta situación sanitaria
Por su parte, la mitad de los encuestados hace la compra una vez a la semana y un 33% lo hace cada dos a tres días, lo que afianza la idea de que poco a poco vuelven a recuperarse las frecuencias de compra previa a la pandemia. Por otro lado, el 51% de los encuestados dice que mantendrán las medidas de protección tras el estado de alarma y un 25% que comprará de una forma más planificada, mientras que el 22% asegura que tratará de reducir el gasto en productos como snacks, golosinas y bebidas azucaradas y el 19% que se alimentará de forma más equilibrada.