Café con Leche Zero, la nueva referencia sin azúcares añadidos ni edulcorantes de Puleva
Puleva Café con Leche Zero combina la calidad de la leche Puleva con la mejor selección de cafés Arábica y Robusta.
Puleva, marca comprometida con la salud, calidad e innovación y bienestar de toda la familia, ha querido ampliar las opciones para el consumidor lanzando Puleva Café con Leche Zero, una nueva referencia sin azúcares añadidos ni edulcorantes, que se presenta en envase de 1L.
Actualmente, en España, el 45,5% del consumo de leche se hace mezclada con café, cifra que aumenta hasta el 60% a partir de los 35 años[1] y Europa se ha convertido en el mayor consumidor del mundo de café per cápita, hecho que ha llevado a Puleva a trabajar en una fórmula que ofrezca el producto que quieren los consumidores en todas sus variedades, en este caso sin azúcares añadidos ni edulcorantes. Asimismo, Puleva Café con Leche Zero está elaborado con leche Puleva desnatada, aportando los beneficios de la leche necesarios para nuestro organismo sin materia grasa.
En cuanto al café utilizado para su presentación, Puleva ha optado por combinar el amargor de la variedad Robusta con el aroma y la suavidad que le confiere la variedad Arábica que mezclado con la leche Puleva le confiere una bebida ideal para consumirla tanto en frío como en caliente.
Ayuda a completar las raciones de lácteos recomendadas
De esta manera, Café con Leche Zero puede ser una opción saludable debido a su aporte natural de calcio, proteínas, lactosa (azúcar presente en la leche de forma intrínseca), fósforo y vitaminas y al, contener leche desnatada, el aporte calórico es muy bajo. Además, puede ser una buena manera de incluir en nuestra dieta la cantidad de lácteos recomendadas para adultos: 3 raciones al día.
Una nueva apuesta por la reducción de azúcares
Líder en la reducción de azúcar añadido del sector lácteo en España, Puleva ofrece un porfolio con un 84% de productos sin azúcares añadidos. En el resto que sí los contiene, la compañía ha conseguido en apenas tres años una disminución global del 45%, tres veces más que el compromiso adquirido por el conjunto del sector con las autoridades sanitarias.