Los platos preparados con base de arroz aumentaron su consumo un 6,5% en 2024

Pocas veces un alimento ha logrado trascender fronteras y culturas como lo ha hecho el arroz. Este grano sencillo, cultivado desde hace más de 10.000 años, se ha convertido en protagonista de algunas de las recetas más emblemáticas de la gastronomía mundial.
Ya sea en la clásica paella valenciana o en elaboraciones exóticas como el sushi, la presencia del arroz en la mesa de los españoles no deja de reforzarse año tras año. Prueba de ello es que, en 2024, el consumo de platos preparados con este cereal aumentó un 6,5 %, superando los 34.756 kilogramos en los hogares, tanto en su versión refrigerada como congelada o a temperatura ambiente .
“Este crecimiento se debe a que, aunque el arroz es un pilar fundamental de la cocina española, su cocción requiere bastante tiempo, lo que puede resultar un impedimento para su incorporación en la dieta diaria. Para dar respuesta a esta realidad, la industria de platos preparados lleva años innovando para crear una amplia gama de propuestas que permiten disfrutar del arroz de manera rápida y sencilla”, señala Álvaro Aguilar, secretario general de ASEFAPRE.
Así, hoy en día, en los lineales del supermercado se puede encontrar desde la tradicional paella o el arroz en llanda, hasta platos típicos de otros países como el pollo al curry, el arroz tres delicias o el risotto, sin olvidar variedades tan apreciadas como el arroz negro o el arroz con pavo, manteniendo la calidad y el sabor de siempre con la máxima comodidad y el mejor sabor.
Sin embargo, su relevancia no se limita al ámbito local. El arroz es el segundo cereal más producido en el globo y es considerado el más importante en la alimentación a nivel internacional por ser el alimento básico de más de la mitad de la población, aportando cerca de una quinta parte de las calorías consumidas en todo el mundo.
Nutricionalmente, resulta un alimento especialmente completo. Es fuente de hidratos de carbono, que proporcionan energía, y vitaminas como la B1, B3 o la D, junto con minerales que refuerzan el sistema inmunológico y favorecen el correcto funcionamiento de los órganos. Además, su bajo contenido en sodio lo convierte en un aliado frente a la hipertensión, a lo que se suman sus propiedades digestivas y diuréticas.
