Vidal Golosinas celebra 60 años endulzando hogares alrededor de todo el mundo
Vidal Golosinas está de celebración: hace ya 60 años que la familia Hernández Vidal decidió comenzar con un proyecto que ha llevado a su compañía a ser uno de los líderes del mercado mundial de la confitería de azúcar.
Desde entonces, las golosinas han estado presentes en las vidas de todos de alguna forma. Estos dulces nos han acompañado desde la infancia y continúan protagonizando momentos de ocio, diversión y reunión tanto de pequeños como de adultos por todo
el mundo. Y es que, para comer golosinas, no hay edad. Y es que, si algo ha hecho Vidal Golosinas en estos 60 años, ha sido endulzar de un modo u otro, nuestros hogares.
Vidal Golosinas: 60 años endulzando hogares alrededor de todo el mundo
La trayectoria de Vidal comenzó con la fabricación de caramelo duro de forma artesanal en un domicilio de apenas 70 m2 en el municipio murciano de Molina de Segura. Estas instalaciones apenas contaban con cuatro máquinas, una situación muy diferente a la actual: hoy día, sus instalaciones ya superan los 210.000 metros cuadrados, cuentan con una capacidad productiva de más de 75 millones de unidades al día y una plantilla media que ya cuenta con más de 1.300 empleados.
Poco después de sus inicios, Vidal traspasó las fronteras en la década de los 70 y actualmente cuenta con filiales comerciales que recorren los distintos continentes, además de distribución por todo el globo en más de 90 países. En Europa, Vidal está presente en los principales países como Alemania, Francia, Reino Unido, Países Escandinavos, Benelux, Italia, Portugal y Polonia. En el continente americano se ha establecido en Estados Unidos y Canadá. También ha creado sociedades en Japón, Corea del Sur, Australia y Nueva Zelanda.
La historia más dulce
Vidal centró su actividad en las golosinas desde el inicio de su andadura con una producción diaria de 500 kilos de caramelo duro que se comercializaba a 10 céntimos de peseta cada uno (equivalente a 0,06 céntimos de euro). Este proyecto familiar se convirtió en realidad con el primer pedido de caramelos de un cliente el 18 de noviembre de 1963.
Pocos meses después, fue necesaria una ampliación de la fábrica con la adquisición de una máquina para la fabricación de caramelo con palo. Este dulce tuvo una gran acogida entre los consumidores gracias a una revolucionaria estrategia de comercialización que combinaba el producto, fabricado con las mejores materias primas, junto con un pequeño obsequio, en este caso un globo de regalo.
Bajo este compromiso de elaborar sus productos con los más altos estándares de calidad y las mejores materias primas, la compañía siempre ha basado su catálogo en lanzar al mercado productos sorprendentes y atractivos, además de cercanos al consumidor y sus demandas.
Esta premisa se puede apreciar en la evolución del logo de la compañía, que comenzó en los años 60 con un sello heráldico hasta llegar al actual, de dos líneas claras y directas que transmiten de forma sobria el compromiso de la empresa con la calidad, pasando por otros acordes a las tendencias del momento que Vidal también contribuyó a crear y consolidar.
Innovación como pilar sólido del ADN de Vidal
El carácter dinámico, innovador y emprendedor es intrínseco en la empresa también desde su creación, lanzando al mercado productos únicos, atractivos e innovadores, y con sabores intensos.
Desde esa primera estrategia de comercializar el caramelo con un obsequio, como calcomanías y juguetes en miniatura, Vidal avanzó con otras rompedoras promociones que enriquecían sus productos. La primera de ellas permitió el salto de la Familia Telerín a los caramelos a finales de la década de los 60 gracias a un acuerdo con Radio Televisión Española, pero también destaca el fenómeno chicle Hippy 2000 a finales de los 70, que incluía promociones directas en el envoltorio, y que se convirtió en todo un éxito debido a sus ilustraciones diseñadas en el estudio de Francisco Ibáñez Talavera (creador de Mortadelo y Filemón).
Desde su creación, Vidal se ha caracterizado por un carácter dinámico y emprendedor, tanto a nivel nacional como internacional. En 1972, fue la primera empresa española que participó en la Feria ISM, la más importante del sector a nivel mundial que se celebra todos los años en Colonia (Alemania). Actualmente, comercializa sus productos en más de 90 países de todos los continentes y las exportaciones representan hasta un 80% de su facturación global. Esta actividad de internalización ha ido acompañada de una adaptación a cada mercado con la elaboración de productos específicos para los diferentes países y estacionalidades principales como Halloween, Navidad o San Valentín.
Fue en la década de los 90 cuando Vidal consiguió la gama de productos más extensa y variada del mercado en el sector, con un reconocimiento del mercado como líder europeo. Además, la creatividad en formatos, sabores y texturas, junto a la innovación en los diseños y las continuas novedades que se presentan en el mercado, convierten los productos de Vidal Golosinas en un éxito permanente entre los consumidores. Fruto de ello fue la creación de productos icónicos de la marca como la Fresa Silvestre, las Dentaduras, el mítico caramelo blando masticable Dipper, el primer marshmallow relleno de gelatina de frutas, el chicle Melón relleno de efervescente, o los caramelos de goma rellenos con doble textura, Rellenolas.