El Marketing de Influencers como palanca de negocio para marcas y retailers
El 45% de los consumidores está influido por las RRSS a la hora de adquirir un producto o servicio
Si bien Facebook sigue siendo la red social más extensa del mundo, otras redes emergentes, más “jóvenes”, como Instagram, TikTok o Twitch, han visto en este último año despegar sus audiencias y abrirse a nuevos públicos que hasta ahora no estaban cubiertos y donde el marketing de influencers se ha erigido como el gran beneficiado de esta pandemia.
Desde sorteos hasta concursos, pasando por challenges o bailes, los contenidos de los influencers se han convertido en una alternativa creíble, auténtica y legítima para comunicarse con las audiencias y las diferentes comunidades objetivo de las marcas a fin de dar a conocer su imagen, compartir sus valores y/o influir en las decisiones de compra de los consumidores.
Sin métricas, no hay ROI
Como cualquier acción de marketing digital, trabajar con influencers está sujeto a obtener el mayor rendimiento posible, más aún después de un año en el que enseñas y marcas han revisado sus presupuesto a la baja y los han reorientado hacia el canal digital y las redes sociales.
Ya no se trata, por tanto, de responder a un objetivo de branding y de notoriedad, sino también a objetivos de captación, conversión y fidelización. No es de extrañar que con tales objetivos, la medición (a través de herramientas avanzadas de análisis) se haya convertido en un elemento fundamental en cualquier campaña de influencers.
Así lo confirma Eva Martín, CEO y Cofundadora de Tiendeo.com, la plataforma líder de ofertas y promociones para el sector retail: “Para poder alcanzar tu objetivo, debes conocer desde dónde partes y como evolucionas, qué acciones funcionan y cuáles no, y así ir optimizando tus campañas día a día. De nada sirve utilizar el marketing de influencia si no se implanta un sistema de medición de antemano que permita analizar el impacto de las campañas.”
Micro-influencers: autenticidad asegurada
La necesidad de autenticidad de la marca conduce a una fuerte tendencia a la micro-influencia, con personalidades que generalmente tienen menos de 50.000 seguidores en sus redes sociales, que son capaces de responder a todas las solicitudes (mensajes, correos electrónicos y comentarios), que mantienen un estrecho vínculo con sus seguidores y que aseguran tanto a marcas como retailers aumentar la fidelidad entre la audiencia objetivo con colaboraciones a largo plazo.
Otro beneficio de la micro-influencia, es que permite a marcas y retailers llegar a una audiencia híper local, algo muy importante si se desea realizar una campaña en un área geográfica concreta. Como ejemplo, podemos mencionar a la blogger Mónica Flaquer, residente en Ibiza cuya popularidad ha atraído muchas marcas para promocionar sus productos en la isla.
Así, analizar las emociones que transmiten los contenidos de los influencers, asociar el impacto en la imagen de marca y conocer el impacto que cada acción tiene sobre las ventas se convertirá en un elemento fundamental a la hora de escoger influencers en un futuro.
Social shopping: inmediatez y cercanía
Las redes sociales ofrecen ahora, en un solo lugar, una multitud de posibilidades a los usuarios: desde la consulta de un catálogo a fichas de producto interactivas, pasando por el live shopping hasta la realización directa de compras. Desde la red social, los usuarios pueden acceder a una pestaña de “tienda”, en la que se puede encontrar una selección de productos de marcas para inspirarse antes de ir a la tienda o bien, darse directamente un capricho.
En España, el concepto de liveshopping muy famoso en China está llegando con Alibaba y su programa AliExpress Connect que anima a influencers españoles como Bea Olalla a vender los productos del marketplace en directo.
Según el estudio “Redes Sociales en España 2021”, elaborado por la agencia ELOGIA, el 45% de los consumidores admite estar influido por las redes sociales a la hora de adquirir un producto o servicio. El comercio social ha hecho una entrada espectacular, ofreciendo a las marcas una infinidad de nuevas funcionalidades impulsadas por la innovación tecnológica, como por ejemplo un sistema de realidad aumentada que pretende probar una prenda de ropa sin moverte de casa.
Así, las redes sociales, están generando experiencias de compra únicas para cada usuario a partir de un contenido dinámico que se muestra en el mejor momento del proceso de compra, convirtiéndose en un auténtico canal de adquisición para las empresas de consumo.