El sector cárnico español eleva su facturación un 4% en 2020, hasta los 27.959 millones de euros

La industria cárnica española se vuelve a consolidar como el sector de mayor importancia dentro de la industria de alimentación y bebidas en 2020

Un sector esencial en la recuperación económica del país, la cifra de negocio de casi 28.000 millones de euros supone el 2,32% del PIB de España; el 16,2% del PIB de la rama industrial y el 22,2% de todo el sector alimentario español.

Así lo reflejan los datos de la Asociación Nacional de Industrias de la Carne de España (ANICE), que pone en valor que estos casi 28.000 millones de euros de facturación posicionan a la industria cárnica en el cuarto lugar de todos los sectores industriales del país, solo por detrás de la industria automovilística, la industria del petróleo y combustibles o el suministro de energía, y junto a sectores como las industrias química o metalúrgica.
Además, cabe destacar que el empleo sectorial directo, derivado de las empresas cárnicas, es de 99.854 trabajadores, que desarrollan su actividad principalmente en zonas rurales; representando el 25,2% de la ocupación total de la industria alimentaria española.

El sector cárnico está compuesto por un tejido industrial de unas 2.800 empresas, entre las que se encuentran mataderos, salas de despiece e industrias de elaborados, con una base muy importante de pequeñas y medianas empresas de accionariado familiar, incluso grandes grupos empresariales, algunos de ellos líderes a escala europea.

Gracias al papel de la industria cárnica, constituida principalmente por Pymes ubicadas en zonas despobladas, se consigue mantener la actividad económica en territorios donde pocas industrias más pueden hacerlo, logrando evitar el despoblamiento, contribuyendo a generar riqueza, cohesión territorial y empleo. Además, la industria, favoreciendo la sostenibilidad, ayuda a consolidar el tejido socioeconómico de estas zonas, convirtiéndose, como parte de la cadena de valor cárnica, en el principal motor económico en las zonas rurales y esencial en la España despoblada.

La producción española de carnes continúa con su tendencia alcista
La producción de carne en España alcanzó una cifra récord en 2020, registrando un total de 7,6 millones de toneladas de carne, lo que supone un incremento del +5,1% en comparación con 2019, según los datos de la encuesta de sacrificio de ganado del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA).

Del total de la producción, la carne de porcino sigue siendo la principal categoría en 2020, con un total de 5.023.534 toneladas, representando un crecimiento del 8,2% con respecto a 2019, que supone más del 65% de la producción total de carne.

España se ha convertido en el cuarto productor de carne de porcino, con un 4,4% de la producción mundial, y la Unión Europea considerada en conjunto es el segundo productor mundial, con un 22,7% del total.

Por el contrario, la producción del sector del vacuno cayó un 2,5% con respecto a 2019, alcanzando las 677.296 toneladas producidas. La carne de vacuno ocupa el tercer lugar en volumen, con el 8,9% de la producción nacional de carnes, aunque a nivel internacional, en esta especie España está más alejada de los puestos de cabeza de producción mundial, liderada por Estados Unidos y Brasil.

Por su parte, el ovino y caprino alcanzaron las 124.467 toneladas, aunque su producción disminuyó un 5,5% con respecto al volumen de 2019. Mientras que, a nivel europeo, tras la salida de Reino Unido de la Unión Europea, España se ha convertido en el primer productor europeo de carne de ovino y caprino, con un 15,6% del total y por delante de Francia (11,2%), Grecia (9,2%) e Irlanda (8,4%).

Por último, en lo que respecta a la producción de elaborados cárnicos, España se sitúa en cuarto lugar en la Unión Europea con más de 1,4 millones de toneladas anuales, solo por detrás de Alemania, Italia y Francia.

La industria cárnica, primer sector exportador de la industria agroalimentaria española
Las exportaciones cárnicas continúan con su tendencia alcista, con un total de 3,1 millones de toneladas de carnes y productos cárnicos exportados por valor de 8.680 millones de euros a mercados de todo el mundo. Esto supone una balanza comercial del 800%, con un crecimiento del 15% en facturación exterior y un 21,5% en volumen.

Estas cifras globales siguen siendo lideradas de forma firme por la trayectoria del sector porcino, que ya se ha afianzado en el podio de los mayores exportadores mundiales, con Estados Unidos y Alemania. En 2020 se exportaron 2.130.808 toneladas de carne de cerdo, por valor de 5.651 millones de euros, lo que representa un crecimiento del 23,5% en valor y un 23,9% en volumen.

En cuanto al vacuno, el balance de las exportaciones fue igualmente positivo tanto en términos de valor, con una cifra de 760 millones de euros y un 12,9% de crecimiento respecto al año anterior, como en toneladas (199.930, un 4,3% más). Y en ovino, se exportaron 43.170 toneladas de carne y 18.400 de despojos, con un valor total de 221,2 millones de euros, un 7,6% superior a lo conseguido en 2019.

Del mismo modo, los productos elaborados vieron aumentadas sus cifras de exportaciones. En total, se exportaron 200.090 toneladas (+2,6%) por valor de 1.148 millones de euros (+4,1%).

Aunque los mercados extracomunitarios fueron por primera vez el principal destino de las exportaciones (57,3%) del porcino de capa blanca, en los demás productos el valor más importante de las exportaciones se dirige aún a la Unión Europea: 87% en carnes y despojos de vacuno, 69% en ovino y 68% en productos elaborados, siendo Francia, Alemania, Portugal e Italia los principales clientes.

Los datos muestran el positivo comportamiento y aportación de la industria cárnica a la economía y sociedad española, gracias al crecimiento de la producción como consecuencia del buen ritmo de las exportaciones a mercados extracomunitarios.

Papel esencial del sector cárnico y positiva percepción de la sociedad
El sector cárnico ha demostrado un comportamiento ejemplar ante la crisis sanitaria provocada por la Covid-19, cumpliendo con responsabilidad las obligaciones derivadas del Estado de Alarma y manteniendo su compromiso de abastecimiento de carne y productos cárnicos seguros y de calidad a la población confinada.

La pandemia también ha dejado patente que el sector cárnico no es el responsable del cambio climático. La situación de confinamiento reveló que la producción ganadero-cárnica es una actividad fundamental para el suministro regular a la población de alimentos producidos con criterios de sostenibilidad. De hecho, los inventarios de emisiones industriales de nuestro país reflejan que la ganadería representa solamente el 7% del total, de acuerdo con los datos del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (MITECO) recogidos en el Inventario Nacional de Gases de Efecto Invernadero.

Asimismo, las empresas del sector, siguiendo las recomendaciones de las autoridades sanitarias, han establecido sistemas de prevención del riesgo y protección de la salud de los trabajadores, manteniendo la actividad en todos los eslabones de la cadena de producción, incluso su actividad exportadora a países terceros, lo que ha compensado parcialmente la menor producción por la caída de ventas al canal de la hostelería y restauración.
Cabe destacar también la positiva percepción de los consumidores del sector ganadero e industria cárnica española, que han valorado el esfuerzo realizado desde que comenzó la crisis: continuando con su actividad al 100% para abastecer a los consumidores de alimentos sanos, seguros y de calidad, demostrando así la eficacia de toda la cadena alimentaria.

Prueba de ello es que el consumo de carnes y productos cárnicos ha repuntado en el año de la pandemia. Alimentos que desempeñan un papel esencial en la dieta, así como en cada etapa de la vida, y forman parte fundamental de una dieta equilibrada, variada y saludable como la Dieta Mediterránea, en la que se incluyen todos los grupos de alimentos, tanto de origen animal como vegetal. Además, son, sin duda, una fuente principal de proteína, según el propio Comité Científico de la AESAN, que recomienda incluirlos en la alimentación de la población.

Por todo ello, ANICE, como representante de la industria cárnica española, pone en valor el esfuerzo realizado por todo el sector cárnico en esta crisis, siendo reconocido como actividad esencial, y reafirma la importancia del sector como impulsor clave en la recuperación económica del país tras la pandemia.

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